viernes, 4 de abril de 2014

Cerezos Rojos

Las hojas de cerezo caían
Rezaban por mi deseo culpable
Decían que ya comenzaba a amarte
Mi corazón y mi mente ya ardían

Aquella noche moviste las
piedras que mi corazón envolvían
Removiendo con ellas las hojas
que las cavidades de mi piel cubrían.

Nuevos templos erigiste
Mientras las hojas de cerezo
Caían en mi piel suavemente
Al toque tuyo de cada beso

Rojo placer, lleno de culpabilidad
Ternura rosa que dibuja bosques
Nos perdió en la blancura de la
llama que no nos deja escapar

Los cerezos se tiñen de sangre
Sé que no debo fundirme a ti
Y se convierte mi pecho en ríos de lágrimas
Cascadas caen desde mi corazón por este deseo prohibido

¡Amado mío! ¿No ves como mi corazón clama por ti?
¡Quiero volar y perderme en el abismo contigo,
haciendo llover cerezos entre los dos...!

Me pierdo entre las llamas de tu piel
Me desvanezco en las chispas de tu leño
Me desconecto al penetrar en tu pensamiento
Me encuentro entre rojos, rosas y púrpuras.

Todo se pinta de colores....
de colores e imágenes en ti

Y cuando todo comienza a convertirse en arcoriris ...

¡Las sombras nos recorren en tristeza,
matando el fuego de nuestra belleza
prohibida en el cementerio
de mi inocencia que se va en incendio!

Pido a gritos atrapar los cerezos rojos
para dibujar la luna con mis dedos
entre los suspiros de tus ojos,
al instante que los pétalos caen entre deseos

Justo ahí, en las hojas de fuego decido
escaparme para volar entre los designios
descubriendo que no puedo dejar de
amarte entre los cerezos rojos.

Este dolor se fuga en  lágrimas de hielo
Mientras por ti  mi sangre sigue hirviendo
A oscuras, en la lejanía, a distancia
y en un secreto que en el corazón se clava.

Este secreto que desea salir
porque al amarte,
aunque parezca pecado,
no puedo contenerme.

¡Necesito gritar como caen los cerezos rojos en mi piel!

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