Aunque ya tenía mis discos de mp3 preparados, resulta extraño que curiosamente cuando más los necesitaba, perdí dos de estos discos y, precisamente eran los que contenían las más intensas canciones que yo haya escuchado en mi vida, o más bien dicho, aquellas que me introdujeron al mundo del Power Metal. Mientras me resignaba a que perdí aquellas canciones, rememoré como comenzó esto de escuchar metal. Si bien, yo ya había tenido mis pequeños roces cuando escuchaba a Apocalyptica y a Metallica (la verdad, es que no escuchaba todas las de Metallica), debo otorgarle el reconocimiento de introducirme a ese extraño mundo a STRATOVARIOUS y a NIGHTWISH.
Todo comenzó cuando escuchando una canción de New Age llamada Paradise sonaba en mi cabeza. Queriendo saber una nueva versión de aquella canción, o algo relacionado, abrí el Ares y le di en buscar aquella canción. La primera que salió fue la que cantó Stratovarious en sus giras por Europa, en aquellos años perdidos de mi niñez, aunque claro, yo no sabía eso en ese instante. Le di en bajar, ya que el nombre del grupo (del cual jamás había escuchado en mi vida) se me hizo algo místico y relacionado con lo que buscaba (¡que equivocación!). Al escucharla descubrí que no era lo que esperaba, pero el sonido de la batería y de las guitarras me atraparon  y más que desear eliminar la cancion (como sucede en muchos de los casos cuando descubro que esa canción no es) decidí investigar más sobre el grupo, y calor, bajando más canciones, quedándose como mi preferida Black Diamond, por su solo de teclado.
Y mientras descubría a Stratovarious, una tarde que pasaba por la tienda de discos vi una curiosa portada:
DarkPassionPlay-Frontal.jpg Dark Passion Play picture by Isiladan
Y aunque a mí el metal me atraía con cierto terror, sin dudarlo compré el disco; dudando después de lo que hice porque imaginaba las voces arrasprastosas que normalmente hay en las canciones de este tipo (o al menos en mis prejuicios). Sin embargo al momento de escuchar las primeras notas de la primera canción  me enamoré del disco y de esa manera The Poet & The Pendulum se conviritió en mi canción favorita de Nightwish, a pesar de sus casi 14 minutos. Como no tenía fondos para comprarme los otros discos (y ganas no me faltan) decidí que los iba a bajar. Entre lo que bajaba los discos, fascinada por sus interpretaciones entre lo gótico, clásico y metálico, comencé a conocer otros grupos que me llamaban poderosamente la atención, entre los que destacan Within Temptation, DragonForce, Dragon land y Blind Guardian.
Hechizada por el influjo de este género, llegué a toparme con Iron Maiden (demasiado tarde diría yo) cuyas portadas siempre me causaron pavor de niña y aún en mis tardíos años de adolescencia me causaron pesadillas (por incoherente que parezca) que lejos estaba yo de imaginar que pronto se convertiría en uno de mis grupos favoritos, a pesar de que el momento de conocerlos sucedió cuando ya conocía lo que era más lejos dentro de la música del Power Metal.
De esa manera fue como caí presa de esa música que para muchos es desconocida y por supuesto, satanizada en muchas de las ocasiones. Pero tal vez, llegué a descubrir que cada una de las canciones contienen una fuerte carga emocional, cuidando los ritmos para expresar de verdad lo que la letra quiere decir, y aunque suene irónico: muchas de ellas hablan mejor de levantarte en caso de que caigas que los libros de supreación personal que venden en Sanborns.
Tristemente algunas canciones de Nightwish, Iron Maiden y de Within Tempation se perdieron en el abismo de la formateada. Ni modo, a  buscarlas otra vez para sentirme en mi lado oscuro. 
(Publicado el 3 de marzo de 2009 en el espacio de Windows Live)