martes, 12 de febrero de 2013

Un libro metido en mis sueños

Dicen que cuando una historia te impacta en lo más profundo de tu consciente, esta se vuelve parte de tu vida. Y la verdad, las historias por las cuales uno se vuelve otra persona, son aquellas que nos dejan algo.
Ya tenía mucho tiempo que no soñaba vivir aventuras al estilo de los libros que leía...no desde "Los Juegos del Hambre" que se volvieron parte de mi realidad cuando  me percaté que detrás de su narrativa sencilla para adolescentes, se esconde una realidad perversa que estamos viviendo en la actualidad: la de los reality shows, donde hacen hasta lo impensable con tal de tener audiencia.
Como sea, los sueños de aquellos días duraron menos de dos días. La verdad es que para sueños intensos relacionados con historias sólo había tenido las de anime y la escuela de magia y hechicería, motivada por mis lecturas de Harry Potter. En esta última, los sueños duraron a lo largo de mi itinerario escolar a partir de los 14 años (cuando comencé a entrar en el mágico mundo de Harry Potter), hasta el penúltimo año de la facultad, cuando en ese mundo mágico concluían los estudios. Y eran tan intensos los sueños que hasta me puse a dibujar algunos escenarios, compañeros y a escribir algunos sucesos que poco o nada tenían relación entre sí.
Y sí, desde que mis sueños relacionados con la escuela de magia y hechicería terminaron, no había vuelto a tener sueños tan intensos en relación con un libro, puesto que los que tuve en relación con Los Juegos del Hambre poco duraron y no fueron muy nítidos que digamos. Es más, desde que robaron mi laptop, muy pocos sueños son intensos o los recuerdo.


Sin embargo, hace poco comencé a tener sueños intensos en relación con el mundo de Tolkien. Y no es porque haya regresado el boom gracias a que se estrenó la primera parte de "El Hobbit", el primero libro escrito de ese fascinante mundo. Más bien, creo que todo comenzó por releer "El Silmarillion" en un intento por recordar como es que se forma la Tierra Media y surgió la guerra por los Anillos de Poder.
Desde que comencé a leer este libro, no hay noche que no sueñe con andar en la Tierra Media o que sueñe las historias como las que leí durante el día. Varias veces me veo descubriendo como los Valar construyen Valinor, como se creó el Sol y la Luna, como surgieron los Silmarils y la guerra que se causó por ella, el amor entre Luthién y Berén, y como Eärendil se embarcó hacia Valinor para detener la guerra de los Silmarils. Y es precisamente por esto que, aunque el libro pareció eterno, digo que se volvió parte de mi vida.



Muchas veces me pregunto si podré crear un mundo como el de Tolkien, con sus reglas, sus mitos y su maravillosa lengua (la cual me parece que se basa en el irlándes y el angolsajón antiguo). Sonaría interesante ver como todo lo basa a partir de libros que ya conocemos, pues la creación del mundo para la Tierra Media es muy parecido al Génesis Biblico y la creación del Sol y la Luna me recordaron a los mitos de Helios y Selene, así como otros tantos mitos donde la luna, enamorada del Sol, lo persigue (disculpen mi mala memoria para referir de que mito se trata).
Y es por esto, que una vez más declaro: Amo la intertextualidad, esa disciplina que se encarga de encontrar el entramado entre las historias, donde de una se desenvuelve otra. Creo que en un futuro, tal vez en cuestiones de maestría o doctorado para las Letras Inglesas, haga la tesis de este maravillosa joya literaria.

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