jueves, 31 de julio de 2014

Carta a un amor platónico de la preparatoria

Hace cuatro años que te encontré por el messenger, después de cinco años en los que no supe nada de ti. Cinco años en los que me pregunté una y otra vez porque nunca pudiste fijar tus ojos en los míos cuando estudiamos juntos los últimos semestres de la preparatoria.
Quería creer que no te atrevías a conocerme, pues mucha gente me ha tenido miedo por mi loca forma de ser, aunque eso no debiera ser impedimento, pues yo sé que pude darte mucho cuando nos conocimos en la prepa.
Posteriomente, creí que lo sabías y para evitarme ilusiones, huías de mi. Por supuesto que aquello no funcionaba porque una chica como yo, se obsesiona demasiado, así que seguí persiguiéndote, sin percatarme que uno de tus amigos estaba interesado en mí, y cuando me di cuenta, supuse que era era la principal razón por la que no te acercabas a mi.
Salimos de la prepa y como lo dije líneas más arriba, no supe nada de ti por cinco años. Por esos años, si bien mantuve tu recuerdo, traté de no buscarte ni preguntar por ti a quienes sabía que tenían contacto contigo. Estaba relamenete decidida a olvidarte porque estaba segura que jamás nos volveríamos a encontrar, aun cuando se dio un encuentro extraño en la prepa.
Pero pasaron esos cinco años, llegó Facebook y las redes sociales hicieron que nos encontrarámos. Después del encuentro con nuestros compañeros de la prepa (el único que se realizó de muy buena manera), comenzamos a conocernos por medio de las ventanas del messenger. Descubrimos que teníamos muchas cosas en común y más de una vez intercambiamos canciones, saludos y ánimos por medio del chat...
Y sin darme cuenta, comencé a sentir de nuevo esa atracción por ti... pero ya no era la atracción adolescente, de que me gustaba el físico o las locuras que cometías. No, se trataba de tu personalidad en todos sus elementos: porque frente a la pantalla nos desnudábamos el alma más de una vez, revelando nuestros miedos, nuestros enojos y en algunas ocasiones nuestras tristezas.
Intentamos más de una vez vernos, pero por alguna extraña razón, siempre pasaba algo y no podías. O a veces dejabas pasar el hecho. Intenté luchar por ti, sin dejar de ser yo. NO QUERÍA PASAR LA OPORTUNIDAD DE TENER ALGO CONTIGO.
Pero mis fuerzas se fueron agotando y sin darme cuenta, comencé a fijarme en otras personas. Lo mismo pasó contigo, aunque creo que realmente nunca me viste como algo más que una amiga.
Me di cuenta demasiado tarde, cuando una tarde de invierno m e mandaste un wassap donde me decías: "ayúdame con escribirle un poema a una chica". En esa ocasión, sentí que el corazón se me volvía a partir en mil pedazos, como una tarde lluviosa de julio en donde tú también fuiste el culpable. Traté de mantener la calma y aunque estaba totalmente dolida, traté de no ceder a los arranques que nos suelen dar, además... ya no era una adolescente. Aún me duele lo que te dije, porque bien pude haberlo escrito y deshacer toda tu intención, tal vez así no te hubieras alejado de mi como ahora... Pero es que no pudo haber más verdad en esas palabras, pues sólo así pudiste conquistarle ¿no?
SIENDO TÚ.
Eso mismo fue lo que te dije. Después de todo, así fue como me conquistaste, tanto en los años de preparatoria como en las conversaciones por el MSN. Yo no podía escribir un poema porque para empezar no la conocía, no podía saber que es lo que te gustaba de ella y lo más seguro es que si le hubiera puesto empeño, habría terminado por describirte a ti y aquella se hubiera dado cuenta que tú no escribiste el poema y habrías perdido muchos puntos.
Ahora veo que si lograste el cometido. Parece que andan muy enamorados (en especial ella. Maldito Facebook, todo puedo ver), y en cierta parte me duele. En especial porque creo que me hice muchas ilusiones cuando conversábamos en las ventanas, por tus saludos y tus atenciones que ahora han ido desapareciendo.
Claro, ahora sólo te preocupa ella...
Y ahora que veo todo lo que te publica , en ocasiones no puedo evitar pensar "yo te habría dado más". Tal vez sea por un acceso de celos (después de todo, llevar 10 años enamorada de ti no se desvanecen así de fácil), pero no puedo evitar en pensar que:
1. Yo no te dejaría imágenes de otras páginas de " te quiero", yo te diseñaría dibujos donde expresaría con letras grandotas cuanto te he amado.
2. Te pondría retazos de poemas en tu muro y te escribiría algunos otros, ESCRITOS POR MI
3. Te dedicaría no una, sino un montón de canciones. En especial aquellas que nos unieron y me recuerdan a ti, a nuestro amor, a nuestro delirio.
4. Te daría cartitas, tal vez sencillas, pero serían hechas con mucho amor, donde te colocaría retazos de canciones, poemas, fragmentos y más, con dibujitos hechos por mí, desvariando con mis poesías.
Pero eso que más da ahora, tú decidiste a quien querer y no me queda de otra más que desear que te vaya bien. Me cuesta trabajo hacerme a la idea de que ya no podemos conversar como antaño en las ventanas del chat, que ya no nos mandamos wassaps con imágenes chistosas o videos de música. Yo también debo  hacer mi camino y dejar de esperar que algún día voltees a ver lo que hay en mí para ti...
Sólo queda aquella novela de vampiros que escribí imaginando que algún día, tú y yo seríamos más que amigos. Y aunque tal vez nunca lo sepas, te confesaré que desde antes que me dijeras que te dedicara o escribiera un libro, yo ya tenía tu historia...
Cuando la encuentres en una estantería, espero que no te saque de onda. Es mi única manera de hacerte entender, a través de los años, todo el amor que yo te podía dar.

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