viernes, 5 de diciembre de 2014

Corona de adviento

Ahora que nos estamos poniendo navideños, no hay que olvidar que muchas cosas son colocadas en las casas o en los negocios, pero pocas veces sabemos su significado. Es por eso, que me decidí a hablarles de dónde vienen ciertas cosas, pues muchas de ellas tienen un significado que viene acompañado de una leyenda o un mito bastante interesante. Y bueno, comenzamos con la Corona de Adviento, que es la que se coloca en las casas con cuatro veladoras:


De acuerdo con la tradición cristiana, la corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos se preparan para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Consiste en una corona de ramas (generalmente de pino o abeto) con cuatro (o en ocasiones cinco) velas. Comienza el primer domingo de Adviento y el encendido de una vela puede acompañarse de la lectura de la Biblia y oraciones. Durante las siguientes tres semanas se encienden el resto de las velas hasta que, en la semana anterior a la Navidad, las cuatro velas están encendidas. Algunas coronas de Adviento incluyen una quinta vela, llamada "vela de Cristo", que se enciende en la Navidad.

Origen
Un ejemplo de una saturnal
La tradición del Adviento tiene orígenes de hace  casi dos mil años. Para poder ayudar a los fieles, en su mayoría dedicados a la agricultura, el calendario de la Iglesia, al igual que el de los judíos, musulmanes y paganos era estacional en aquellos tiempos, combinando las fechas señaladas, celebraciones y rituales con las labores propias de sus creyentes.El Adviento coincide en el hemisferio norte con el invierno, con los días cortos y poco luminosos que preceden a la Navidad. El nacimiento de Cristo comenzó a celebrarse el 25 de diciembre de cada año ocupando el lugar de las saturnales y la festividad romana dedicada al Sol y vinculada al solsticio de invierno.
El anillo o corona de ramas de árbol perenne decorado con velas era un símbolo en el norte de Europa mucho antes de la llegada del cristianismo, que al igual que con otras tradiciones, acabó siendo integrado en su simbología. El círculo ha representado, universalmente, el ciclo ininterrumpido de las estaciones, mientras que las hojas perennes y las velas encendidas significan la persistencia de la vida en mitad del duro y oscuro invierno
. Algunas fuentes sugieren que la corona, reinterpretada como un símbolo cristiano, era de uso común en la Edad Media, mientras que otras consideran que no se estableció como tradición cristiana hasta el siglo XVI en Alemania. El uso como calendario previo al día de Navidad se atribuye ampliamente a Johann Hinrich Wichern (1808-1881), un pastor protestante alemán, pionero en el trabajo misionario entre los pobres de las ciudades. Era 1839, y los niños de una escuela que Wichern había fundado preguntaban a diario si el día de Navidad había llegado. El pastor construyó un anillo de madera, hecho con una vieja rueda de carreta, con diecinueve velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos. Encendieron una vela pequeña cada día de la semana durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro velas grandes. También se dice que las velas venían a representar el camino que debían seguir los peregrinos o que iluminaban el camino a los viajeros, razón por la cual se colocaba la corona en las ventanas.


 Simbolismos de la corona de adviento



La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también del amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Tomado de Catholic.net

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