La inspiración te encuentra trabajando

Muchas veces he escuchado a personas decir que para escribir necesitan tener un momento de inspiración, donde la musa venga y les sople una historia o poema que merezca ser escrito. No obstante, aunque en mi adolescencia concordaba mucho con esta idea, soy más de la idea que uno no debe dejar de escribir, así sean cosas extrañas que a nadie le parezcan o de repente digas "esto  no es bueno", porque ¡Quiénsabe!, a lo mejor te ayudan a crear algún nuevo escrito, ya sea de poesía, narrativa o teatro.
Si bien a veces es un poco complicado seguir el hilo de lo que estamos escribiendo, por ejemplo ya sea una historia o un cuento, (o hasta los mismos poemas), y se necesita reposar al texto, no debe dejarse de lado el escribir, pues cuando uno comienza, se vuelve un oficio constante.
Tenía un maestro que nos hacía escribir tres hojas a diario, no importaba que decías o si te parecía muy estúpido, tenías que escribir lo que se te viniera a la cabeza. Por increíble que parezca, en ocasiones llegaba a escribir historias curiosas que me gustaron (y algunas he subido a este blog o las subiré con algunas afinaciones), por lo que me dije: "esto es de constancia".
No voy a negar que he tenido unos accesos de flojera, donde prefiero mil veces a estar metida en las redes sociales a escribir, sin embargo, ya no he considerado que las musas necesitan venir a ti para que comiences a escribir esa historia que tanto te da vueltas y crees que será la mejor de la historia, pues no hay otra más que escribir, las palabras comenzarán a fluir una vez que tomes el papel y el lápiz, y comiences con esa frase que tú sabes, cautivará al público, agregando lo demás.
Por supuesto que también debe haber una organización y tal vez es lo más complicado para continuar con los relatos, ejemplo de ello soy yo, que si bien hago y deshago muchos esquemas, a la hora de escribir me pasa (varias veces) que ya no sé para donde jalar. Pero bueno, en ese entonces es cuando hay que reposar al texto, pero no olvidarlo, pues  no sabes si este también necesita descansar para que le encuentres la forma.. Ojo, digo que no hay que olvidarlo, porque luego no sabemos en qué momento puede mostrarnos una nueva escena (y de repente ya no sabes si aquello era una historia que tenías en mente o es nueva, me ha pasado), por eso, si les surge una idea ¡Escríbanla! Ya sea en papel, en servilletas o incluso en las notas del celular (este último me ha servido mucho, aunque anteriormente usaba mucho las últimas hojas de mi libreta). Qué las musas ya están llegando a ti y no debes dejar de escucharlas. Pero para que te sigan cantando, debes continuar trabajando.
Como dicen por ahí, a los dioses hay que llamarlos para que te escuchen y te atiendan, pues el que no habla nunca es atendido.