Ayer acabé de leer "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury y como me suele pasar con los libros de este autor, me dio una fuerte sacudida y un trancazo a mi realidad. Por supuesto que al principio el libro parecía todo paz y alegría, hasta me deleitaba imaginando las ciudades de los marcianos hasta que te cruzas con la voracidad humana que parece no importarle destruir años de milenaria cultura con tal de replicar el hogar en la Tierra.
Es por ello que decidí titular esta entrada así, pues guiándonos con la sinopsis del libro, de inmediato pensé: "Me voy a vacacionar con los terrestres". Y sí, al principio era muy lindo, pero al llegar a la mitad del libro, todo empieza a cambiar.
Ya lo decía Borges en el prólogo del libro, Bradbury logra conmover y aterrorizar al mismo tiempo. Y no es es que sea un terror como el que nos producen las historias de fantasmas, sino que causa pavor el hecho de descubrir de lo que es capaz la raza humana, pues aunque parezca mera ficción, podemos darnos cuenta que no está tan alejada de la realidad. Basta echarse un clavado por la historia y descubrir como los europeos llegaron a las tierras de América, África y Australia para arrasar con algunas culturas que tenían conocimientos interesantes o simplemente relegarlas como si fueran algún mal. Incluso las enfermedades que diezman a los marcianos son casi las mismas que acabaron con poblaciones enteras de indígenas. Y lo advierte Spender, uno de los tripulantes de la cuarta expedición de exploración, quien al ser arqueólogo se percata de los errores humanos que nunca se corrigen.
Sin embargo, es curioso ver como la advertencia de Spender se vuelve realidad cuando muchos terrestres llegan a Marte con la finalidad de poblar al planeta y de huir de las catástrofes que ellos mismos provocaron en la Tierra. El ambiente se va volviendo más desolador y por ende, uno quiere seguir leyendo para ver como termina de asentarse la civilización humana y como va afectando a los marcianos, que de hecho, hay cosas muy crueles y otras muy irónicas, como pueden leerse en los capítulos "El Marciano" y "Encuentro nocturno", donde nos revela encuentros de humanos con marcianos ya asentada la civilización y si bien vuelven a chocar las dos culturas como pasa en las primeras exploraciones, en estas nos da un golpe a lo que los humanos concebimos como real y tangible.
Otro de los capitulos que me causó un dejo de emociones encontradas fue "Vendrán lluvias suaves", pues es la muestra de como se queda abandonada la Tierra y una casa inteligente sigue funcionando a pesar de que no hay nadie, siguiendo su rutina. Pero nos da a entender que nada es perpetuo y al compararlo con los pensamientos que te muestran acerca de lo que pensaban los marcianos, te das cuenta que ellos sabían muy bien de esas cosas y por ende, al percatarse que no durarán para siempre, intentan esconderse pero no escapan de la fatalidad como les sucedió a las antiguas culturas de la humanidad que fueron conquistadas.
Finalmente diré que fue un libro que disfruté mucho y lo recomiendo mucho para aquellos que les gustan las distopías, pues al final de cuentas nos muestra una si bien todo comienza muy bonito y utópico, poco a poco se va transformando en una fuerte crítica a nuestro sistema actual y a la naturaleza humana en general.
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